No se ha omitido ninguna medida de seguridad al elaborar las vacunas contra el COVID-19.
Las vacunas contra el COVID-19 han pasado por los mismos estudios y procesos de seguridad que otras vacunas.
Los investigadores médicos pudieron fabricar rápidamente las vacunas gracias a años de investigaciones anteriores y a dinero proporcionado por el gobierno federal.
Las vacunas contra COVID-19 funcionan para todos en los grupos de edad.
autorizados. Todas las vacunas contra el COVID-19 fueron probadas en estudios clínicos con decenas de miles de personas de diferentes edades, razas y grupos étnicos para asegurar que fueran seguras y que funcionaran.
La vacuna contra el COVID-19 es gratuita.
Sin importar su estado migratorio o si no tiene seguro, no deberían cobrarle por ella.
Las vacunas contra el COVID-19 no pueden cambiar el ADN.
El ARNm (ARN mensajero) en las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer y Moderna no puede cambiar ni modificar la composición genética (ADN) de una persona, porque nunca entra al centro de las células, que es donde se produce el ADN. Una vez que el ARNm ha hecho su trabajo, el cuerpo lo destruye.
La vacuna Johnson & Johnson contra el COVID-19 no contiene tejido fetal.
Esta vacuna se produce utilizando un virus del resfriado inofensivo, llamado adenovirus. El virus del resfriado se cultiva en células fetales recogidas hace décadas y que han sido mantenidas vivas por el fabricante de la vacuna. Muchos grupos religiosos e institutos de bioética han declarado que las personas pueden recibir esta vacuna de forma ética cuando no hay otras vacunas disponibles.
Las vacunas contra el COVID-19 no contienen microchips.
Las nuevas vacunas contra el COVID-19 no contienen microchips para seguir los movimientos de las personas o monitorearlas.
Las vacunas contra el COVID-19 no contienen conservantes, huevos ni productos derivados del cerdo.
Las vacunas contra el COVID-19 no contienen látex, conservantes, ni ningún derivado de animal, incluidos productos porcinos o gelatina. Las vacunas no se cultivan en huevos ni contienen productos de huevo.
Las personas embarazadas deben vacunarse.
Las personas embarazadas tienen mayor riesgo de presentar una enfermedad grave de COVID-19 comparadas con las personas que no están embarazadas. Cada vez hay más información sobre la seguridad de la vacunación contra el COVID-19 durante el embarazo y su eficacia en personas embarazadas. La vacunación no afecta los resultados del embarazo. Las personas embarazadas deben vacunarse para protegerse del COVID-19.
Las vacunas contra el COVID-19 no causan infertilidad.
Si desea tener un bebé algún día, puede ponerse la vacuna contra el COVID-19. No hay evidencia de que problemas de fertilidad que afecten a hombres o mujeres sean un efecto secundario.
Vacúnese incluso si ya ha tenido COVID-19.
No sabemos cuánto dura la inmunidad después de padecer la enfermedad de COVID-19 ni tampoco sabemos si la inmunidad varía de acuerdo con lo enfermo que estuvo. Tampoco sabemos cómo pueden afectar las variantes a las personas que ya tuvieron COVID-19. Estamos viendo que las personas que ya tuvieron COVID-19 lo pueden contraerlo de nuevo. La vacunación reduce el riesgo de que eso ocurra y ayuda a prevenir una enfermedad grave.
No es posible contraer COVID-19 de la vacuna.
Las vacunas no contienen ningún virus de COVID-19. La vacunación todavía es muy importante, aunque ahora se requieran dosis de refuerzo.
La vacunación es la mejor protección que tenemos contra el COVID-19.
Esta reduce la propagación del virus a aquellas personas que no están vacunadas o que pueden enfermarse gravemente. Las vacunas contra el COVID-19 siguen siendo muy eficaces en la reducción del riesgo de una enfermedad grave, hospitalización y la muerte. Una dosis de refuerzo contra el COVID-19 lo ayuda a mantener un nivel alto – de protección contra el virus.
Los efectos secundarios después de vacunarse son normales.
Los efectos secundarios son leves comparados con la enfermedad de COVID-19. Si siente dolor, hinchazón o enrojecimiento en el lugar de la inyección, al igual que dolor de cabeza, dolores generales, cansancio y fiebre baja, esto quiere decir que su cuerpo está respondiendo a la vacuna. Por lo general, estos síntomas duran entre 1 y 2 días. También es normal que no tenga ningún efecto secundario. Cada persona reacciona de manera diferente a las vacunas.
Los beneficios de la vacunación superan los riesgos muy infrecuentes de ciertas reacciones.
Ha habido informes sobre reacciones, como problemas de coágulos sanguíneos, con la vacuna Johnson & Johnson, o miocarditis o pericarditis después de recibir una vacuna de ARNm (Pfizer o Moderna), pero es importante saber que estas condiciones son raras y, por lo general, tratables.
Los expertos están evaluando de manera constante si los beneficios de las vacunas contra el COVID-19 son mayores que estos raros riesgos. Las recomendaciones de vacunas cambiarán según los estudios en curso sobre la seguridad. Tener conocimiento sobre estas raras reacciones y saber cómo tratarlas es un signo de que nuestros sistemas de control de la seguridad de las vacunas funcionan bien.
Más información disponible en: mn.gov/vaccine